Estrategias para mejorar tu flexibilidad metabólica
Optimiza la utilización de glucosa o grasa adaptando al organismo a diferentes demandas energéticas.
Un metabolismo flexible permite alternar entre sustratos energéticos y utilizar grasas o carbohidratos como fuentes de energía en función de la actividad que realices.
Hoy vamos a ver cómo tener un metabolismo saludable para evitar la resistencia a la insulina o la diabetes tipo 2.
Ayuno y ejercicio físico
Incorporar ayunos intermitentes puntualmente hará que tu metabolismo trabaje de forma más eficiente a la hora de preservar el glucógeno.
✅ Durante la ventana de ayuno el organismo prioriza la oxidación de ácidos grasos como sustrato energético.
✅ Cuando rompes el ayuno tu organismo estimula la captación y utilización de glucosa como fuente principal de energía.
Si hablamos de actividad física, el cuerpo debe ajustar rápidamente el uso de energía en función de la intensidad de la misma.
⚡ Actividades de baja intensidad como caminar oxidan más grasas como fuente de energía principal.
⚡ Entrenamientos de alta intensidad como la fuerza aumentan la utilización principalmente de glucosa a través del:
Glucógeno muscular
Glucosa plasmática
Tejido adiposo y restricción calórica
A medida que el porcentaje de grasa corporal aumenta, la sensibilidad a la insulina tiende a disminuir. Esto se debe a varios mecanismos fisiológicos:
Resistencia a la Insulina
Inflamación Crónica
Función del Tejido Adiposo
La restricción calórica puede mejorar la sensibilidad a la insulina y potenciar la flexibilidad metabólica gracias a:
La reducción de la masa grasa
Cambios en la mitocondria
Combinar en una misma estrategia el ejercicio físico y el déficit calórico puede tener efectos sinérgicos y es la mejor opción cuando lo que buscas es optimizar el funcionamiento de tu metabolismo.
Conclusiones
Mejorar tu flexibilidad metabólica hace que tu organismo pueda alternar entre grasas y carbohidratos como fuente de energía de forma más óptima.
Esto además te ayuda a evitar problemas como la resistencia a la insulina o la acumulación de grasa.
La estrategia ganadora y que más resultados ofrece es combinar:
➜ El ejercicio físico, ya que mejora la sensibilidad a la insulina y optimiza la función mitocondrial.
➜ La restricción calórica, ya que favorece la pérdida de grasa y mejora el perfil metabólico.